Aprovecha una de esas noches en las que la Luna mengua y lleva a cabo este sencillo ritual para luego dormir con la mente tranquila y el cuerpo sosegado.
Lo primero que has de hacer es tener preparados los elementos necesarios para realizarlo:
- Una vela blanca.
- Dos amatistas, piedras capaces de transformar lo negativo en positivo.
- Un recipiente transparente para colocar la vela.
- Tener el baño para ti, pues es conveniente que no te interrumpan.
Cuando ya lo tengas todo listo ya puedes proceder a llenar la bañera. Mientras sigues las siguientes instrucciones:
- Procura que el agua esté templada, o al menos no demasiado caliente, al introducirte en la bañera.
- La vela encendida colócala dentro del recipiente transparente y ponla en un lugar no muy lejano desde el que puedas verla sin dificultad.
- Deja una de las amatistas al lado de la vela y la otra métela contigo en la bañera.
Una vez la bañera esté llena introdúcete dentro lentamente mientras ruegas al agua que te sane, que te limpie tanto por dentro como por fuera, que se lleve la ansiedad y te la cambie por paciencia y serenidad. Háblale con cariño, con ternura, con agradecimiento por ayudarte a sentirte mejor: no olvides que el agua es parte de la naturaleza y que como tal goza de un poder especial.
Luego quita la tapa del desagüe y sigue agradeciéndole mientras observas como el agua se va, pidiéndole que con ella se lleve todo lo malo que en ti se ha impregnado durante la jornada.
Una vez que se haya vaciado la última gota de agua sécate como de costumbre y vete a dormir. Coloca la amatista que te acompañó en la bañera cerca de ti durante tus horas de sueño y su poder estará contigo toda la noche.
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